China, país que produce el 70 por ciento de las bombillas del mundo, abandonará la fabricación y consumo de estas fuentes de luz en diez años, una decisión que beneficiará a todo el planeta y que, si se hace realidad, permitirá ahorrar mucha energía y reducir la contaminación.
Punto fuerte
El Gobierno del país asiático anunciará el abandono de las bombillas -y su sustitución por lámparas con bajo consumo de energía- el próximo mes de diciembre en la conferencia internacional sobre cambio climático que se celebrará en Bali (Indonesia).Pan Jiahua, experto en medio ambiente del Gobierno chino y uno de los miembros de la delegación de este país que estará en Bali, confirmó hoy, en una conferencia en el Instituto Cervantes de Pekín, que este compromiso será uno de los puntos fuertes de la participación china en la conferencia, y aseguró que "será fácil conseguirlo, incluso antes de 10 años".
Aunque ello significará una costosa reorganización de una industria que exporta a todo el mundo, los empresarios chinos dicen que están dispuestos al cambio, y muchos de ellos ya han dejado de producir la clásica bombilla inventada por Edison.
Las lámparas fluorescentes compactas, vistas como el mejor sustituto para las tradicionales bombillas, consumen un 80 por ciento menos de energía para producir la misma luz, duran entre diez y doce veces más y emiten menos dióxido de carbono -uno de los causantes del calentamiento global- a la atmósfera.